13 abril 2015

Sima A101. Descubrimiento.

8/04/2015 
S: ¿Que haces la semana que viene?
P: Libro martes y miércoles.
S: ¿Hacemos algo?
P: Vale, miércoles...
S: ¿Que te parece prospectar?
P: Suena bien!!

Después de los descubrimientos del fin de semana anterior, las nuevas galerías y chimeneas habían despertado en nosotros mucha curiosidad por ver en que zona del sistema se encontraban. Después de pasar las topografías y superponerlas con la cartografía concentramos la búsqueda en una zona concreta. Revisando boletines y demás documentación conseguimos determinar, que simas o cavidades superficiales podían tener una relación con los nuevos descubrimientos. Nos centramos en un par de cavidades coincidentes con las grandes chimeneas descubiertas. Sólo eramos dos para la prospección, pero nos cargamos a conciencia, teniendo en cuenta que posiblemente tuviéramos que escalar y montar bastante instalación para resolver una incógnita en la pequeña sima que pretendíamos descender. También incluimos al material una hoceta para desbrozar... bendita hoceta.

Quedamos a las 10, y para las 11 ya estábamos zapateando por el monte. La caminata hasta llegar a la zona es bonita, agradable, unos 40 minutos. Ya en el área  donde creíamos que se encontraban las simas, nos pusimos a buscar entre bardas que parecían árboles. No perdimos más de media hora hasta que encontramos lo que parecía el primer vestigio, un hueco que no tendría mas de 5 m, con una pequeña rampa descendente. Estaba claro que no era lo que buscábamos. Mientras salía del agujero Pelos encontró uno de los pozos a revisar. Las tripas empezaban a cantar, con lo que nos pusimos a comer, por supuesto, una lata de atún  sin pan.

Terminé rápido  y sin pensarlo mucho montamos la cuerda instalando en árboles y descendí el pozo. La vertical no sería de más de 8 m, y llegabas a una rampa descendente que terminaba en una badina de agua y un paso agaterado. Pasando al otro lado había una poza y la galería (ciega) se abría de nuevo. Justo en ese lugar teníamos pensado realizar una escalada a una ventana colgada que tenía interrogantes, pero de ventana nada. Terminé metiéndome en el agua para corroborar que no había nada. Coño, otra vez sin sacar nada, jodida espeleología !!  que desastre. Saqué el agua de las botas, jugué con una par de sapos que había en el fondo del pozo, y para arriba. Pelos ya estaba buscando la segunda sima.

A medio pozo, casi ya en la salida empecé a escuchar un goteo de agua muy intenso, pero mirando a mi alrededor no conseguía divisar nada. Incluso el sonido se escuchaba con cierto eco producido por algo grande. Justo en frente de mi pude divisar una pequeña grieta, por la que apenas pasaba la mano. Acerqué la cabeza y escuché muy intenso el sonido del agua, grité y el eco lo corroboró. Entraba bastante aire con el que el sobresalto y la emoción empezó a crecer. Tiré una piedra y la escuché caer unos 20 m, en un pozo de agua. Estaba claro que eso era lo que buscábamos. Llamé a Pelos y bajo corriendo para verlo. Yo no me lo creía, pero el confirmó el descubrimiento, el tiro de aire era potente. Parece que el día había merecido la pena.

Mientras el salía comento seguir buscando el segundo pozo, así que me puse a ello, revisando las zonas cercanas al primero. Con la hoceta iba limpiando y dando golpes en el suelo a ver si sonaba roca. A unos 10 m. del primer pozo, había un afloramiento rocoso tapado por las bardas que limpié mas o menos para verlo bien. Asomé la cabeza y vi un agujero que no sería más grande que un puño, pero no se por que me llamó la atención. Vino pelos y le dije que lo mirara y viera si se movía aire, ya que yo no había notado nada (tenía los guantes puestos). Joder que si entra aire, hay una corriente que es un cañón. Nos pusimos todo nerviosos a seguir limpiando las zarzas, bardas y demás vegetación hasta descubrir varios bloque apilados. Conseguimos mover uno pequeño y el agujero se hizo más grande. Luego como animales movimos un buen bloque , y el agujero se hizo mucho mayor. Planteamos realizar una desobtrucción para quitar el resto, un polipasto a los árboles... Que cojones, tira del bloque, uno, dos y tres... uno menos. El último costó un poco más pero haciendo el animal también lo sacamos fuera.

S: Ya tenemos el pozo limpio,  bien. Que día volvemos para bajarlo?
P: Día...? Ahora !!

Instalamos de nuevo en los árboles,  Pelos bajo primero montando las cuerdas. Seguido me metí yo. El pozo desciendo unos 30 m en total, hasta un fondo de sima inundado. Son dos pozos paralelos. El principal por donde accedemos, y el paralelo, que se comunica en distintos puntos con el anexo, y que es correspondiente con la primera sima que revisamos y con la que descubrimos todo el tema. No encontrábamos ninguna continuación en el pozo de acceso, así que por una pequeña ventana ya casi en el fondo de la sima, nos pasamos al anexo. Pelos pudo ver una zona en la pared tapizada de color negro, muy rara en comparación al resto de las paredes, que por cierto son de arenisca. Acercó la mano para ver si corría aire y justo. era el sitio. Un poco más abajo la grieta se pone un poco mejor, y aunque no era lo suficientemente ancha como para pasar la mano, si se divisaba otro pozo al otro lado. Tirando una piedra, caía y caía y caía...

Estaba claro que había que volver, y pronto.

S: Que haces este viernes? Exploramos?
P: Of course.










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