12 abril 2015

El fondo oscuro (4-04-2015)

          Comprendiendo que la marea

          desliza oculta como rueda,

          girando entre las olas

          de un mar desnudo de riqueza.

          Es allí, donde se pierde la fuerza

          que reza encontrar la calma,

          robada por la arena,

         donde el mar, marcado por su pena,

         retrocede buscando un descanso,

         en el fondo oscuro de la tierra.


Y es justo en ese fondo oscuro de la tierra, donde todo se forma, donde todo empieza... donde nosotros al igual que el mar  encontramos nuestro descanso, nuestra calma. Ese fondo oscuro que   nos hace avanzar, buscar, casi siempre esquivo, pero que en ocasiones se deja ver, se deja sentir. El pasado sábado lo encontramos, y parece que lo tendremos atrapado por un tiempo. Quien sabe, puede que esa oscuridad pronto se convierta en luz.

Después de unos cuantos meses ausente y con muchas ganas de exploración y de conocer las nuevas zonas descubiertas por mis compañeros en el Sistema de Udías me junté con Qra, Manu y  Pelos para continuar la exploración del nuevo sector. A nosotros también se unió Juanma, compañero y amigo sevillano que se había dejado caer por el gris del norte para pasar unos días disfrutando de la montaña. El plan del día era muy claro, nos dividiríamos en dos grupos, pelos y yo   escalada de unos 12 m. para acceder a una clara galería colgada. Qra, Manu y Juanma instalarían un pasamanos para acceder a una ventana, y descenderían un pozo anexo para confirmar o descartar posibles continuaciones.


A eso de las 11, y después de varios cafés descendíamos por la mina de Sel del Haya camino del nuevo sector descubierto. Es una zona a la que se accede en poco tiempo, aunque hasta llegar  a un suelo  transitable, es cierto que hay que realizar varias trepadas y pasos delicados. Geológicamente hablando se trata de un sector fósil, correspondiente  en edad geológica con otros niveles fósiles del sistema, pero formado  mediante un antiguo aporte de agua  a la red hídrica primigenia. Se puede considerar que, la galería se formó por un gran afluente al eje principal de la Cueva de Udías, bien a través de un pozo o sistema de pozos, o una galería descendente que conducía el agua desde una cota superior, buscando el nivel freático. De momento es una incógnita.

La galería, en muchas zonas caótica es meramente ascendente, en algún caso mediante cuerda,  hasta llegar a una zona horizontal. La primera parte, caótica y con gran cantidad de barro, desemboca en otra   fósil, con abundancia de formaciones de cristales de aragonito, abundantes en estos niveles fósiles del sistema, así como formaciones típicas. Se trata de una galería de gran belleza. Llegando al final de la galería se encuentra una gran colada que proviene de una galería superior inexplorada, y objeto del trabajo del día.


Nos repartimos la tarea y nos pusimos a trabajar como expliqué anteriormente. Pelos fue de primero y yo aseguré. La escalada se resolvió en poco más de una hora, con limpieza de bloques incluida. Ya arriba, y después de instalar en fijo la subida pudimos ver la nueva galería...bingo!!. Una gran galería tapizada con pequeños gours en el suelo y muchas formaciones. Avanzaba en varias direcciones. Siguiendo la más evidente y a los pocos metros llegamos a un balcón que desemboca en una gran sala, probablemente la más grande descubierta en el sistema por nosotros hasta la fecha. En la dirección opuesta a esta sala otra galería. Una locura y total éxtasis ante lo que nos enfrentábamos. Cierto era que había mucho por instalar. Retrocedimos para encontrarnos con nuestros compañeros, contarles,  ponernos al día y comer. Juanma, Manu y Qra instalaron un pasamanos para llegar a una pequeña galería que se cegaba a los pocos metros. Descendiendo el pozo tampoco hubo mucha suerte.


Comimos rápido y continuamos con el trabajo. Pelos, Qra y Juanma comenzaron  a topografiar mientras Manu y yo nos dispusimos a instalar el descenso a la sala que se vislumbraba desde el balcón de la galería recién descubierta. Montamos una cabecera y descendí unos metros para ver lo que teníamos por delante. Vi claramente que el balcón se situaba sobre una galería alargada, alta y de unos 5 m de ancho. Después de instalar un fraccionamiento me di cuenta que la cuerda que estaba utilizando no llegaba al suelo, así que recogí para cambiarla por otra mas larga. En ese momento Manu se intercambió con Juanma, con lo que continuamos  montando las cuerdas para descender, tanto a la sala como  a la galería alargada inferior mientras el resto exploraban y topografiaban las otras ramificaciones descubiertas.  Descendimos unos 30 m y revisamos la galería, que aparentemente se cegaba en una colada ascendente a los pocos metros. Intenté trepar en una zona a ver si conseguía acceder a la galería superior pero me fue imposible.


Cambio de tercio, Juanma subió primero y se quedó en el fraccionamiento, e intente un péndulo para llegar hasta un pequeño balcón que daba acceso a la sala que divisábamos desde lo alto de la galería. No hubo manera. Decidí subir hasta el fraccionamiento y realizar una pequeña travesía para acercarme más hasta el balconcito. Después de instalarlo  y montar la cabecera volví a descender para intentar el péndulo de nuevo. Un intento, dos, tres, cuatro... ya no recuerdo cuantos, pero al final conseguí encajonarme entre unos bloques y ascender de forma bastante precaria. Ya terminado la instalación ,  llegaron todos topografiando y nos juntamos en la sala.De dimensiones grandes, con un cáos de bloques que ocupa gran parte de la sala, tiene dos posibles continuaciones que conozcamos. Una desemboca en lo alto de la sala, en unas grandes chimeneas de unos 85 m de altura, y con una galería en la que debemos seguir instalando para progresar. La otra posible continuación se encuentra al final de la sala, y por el momento es una incógnita a falta de que continuemos explorando. Se nos echó la hora encima y decidimos ir saliendo hacia la superficie.

Después de remontar las rampas de la mina, y recoger todo el tinglado que solemos llevar con nosotros, nos dejamos caer por el Bar Romano, donde nos esperaban unos buenos filetes con  huevos y patatas, incluido un colacao con galletas. Que más se puede pedir...

Parece que la cueva nos sigue deparando sorpresas y nuevos descubrimientos. Por suerte para nosotros, nos hemos topado de nuevo con el fondo oscuro.


Fotos:Qra

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